ME MARCHO A OTRO LUGAR
Hola, soy una mesa, más bien dicho, un trozo de madera un poco viejo, ya.
Hace trece años, mis dueños tuvieron una hija llamada Noelia. Fue entonces
cuando el padre vino a buscarme.Mis compañeros, otros trozos de madera y yo
estábamos en un armario que había en su garaje. Nos tocó uno a uno. Al llegar mi
turno, estaba muy nervioso y cuando me cogió, ¡aún más! No sabíamos qué quería
hacer conmigo. Luego, me llevó a la habitación de la pequeña y me clavó en la
pared; desde ese mismo instante, he sido una mesa. Noelia hace los deberes y
deja sus cosas sobre mí, y para agradecérmelo, todas las noches me lee un
cuento. La he visto crecer y ahora estoy triste por haber de despedirmen de
ella. Ayer, oí a sus padres decir que me iban a reemplazar y a tirar en un
contenedor pero Noelia les dijo que no, que si debían hacerlo, que me tiraran
en un punto de reciclaje.
Gracias a Noelia, no estoy tirado en la calle. Me encuentro en un punto de
reciclaje con otros compañeros tan viejos como yo y somos felices porque
sabemos que, después de esto, tendremos otra vida convertidos en objetos
nuevos.