BEATUS ILLE
Qué feliz vida
la del que huye a la naturaleza
buscando la tranquilidad
que no supo encontrar en la ciudad.
Ya no había ruido,
en su lugar una suave brisa apareció
y su triste llanto
en una alegre sonrisa se convirtió.
Dichoso aquel
que se esconde de los humanos
para estar con sus amigos,
los animales.
Qué feliz vida
la del que huye a la naturaleza
buscando la tranquilidad
que no supo encontrar en la ciudad.